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APRENDE A HABLARLE AL UNIVERSO PARA QUE COMPRENDA TU PEDIDO

La manera en que te comunicas con el Universo es demasiado importante para poder sentirte a gusto en tu vida.

De la misma manera en que te comunicas contigo mismo y con las demás personas, la comunicación con el Universo es vital para disfrutar de armonía, paz y plenitud en tu existencia.

Cuando no nos comunicamos amorosamente con el Universo, éste no logra comprender lo que estamos tratando de decirle. Muchas veces te responde entregándote lo mismo de siempre o lo contrario a tu pedido.

Esta es una de las grandes razones de por qué no nos funciona la ley de atracción cuando pedimos algo que queremos manifestar en nuestra vida. Comúnmente no expresamos nuestra intención en un idioma comprensible para Universo. La forma en que nos comunicamos se encuentra en pleno desarrollo y perfección. Aún tenemos mucha influencia del ego y seguiremos con esta influencia hasta que demos paso al amor incondicional.

Y cuando decimos expresar, no solo nos referimos en términos de palabras, sino que a la expresión completa que incluye las intenciones, las emociones y los sentimientos que se encuentran envolviendo nuestras palabras.

Necesitamos ser completamente coherentes para que el universo nos escuche y comprenda claramente. Todos pedimos cosas al universo, pedimos trabajo, pedimos salud, una buena pareja y muchas cosas más y la mayoría de las veces sentimos que el Universo no nos escucha.

Recuerda que todos los pedidos son escuchados y concedidos, y si aun no llega lo que tú has pedido, puede ser porque no estás siendo coherente entre tus palabras y tus intenciones o porque tus sentimientos no están acorde a él. El Universo es muy riguroso en este sentido. No concede pedidos mal planteados.

Analiza el tono de tu pedido. ¿Estás siendo sincero? ¿Eres amable? ¿Eres sereno? ¿Amigable? El universo siempre responde, pero te envía lo que alcanza a comprender y que quizás no concuerda con lo que estás diciendo que quieres. Imagina que estás conversando con un querido amigo y le pides un favor. ¿Se lo pides de manera majadera o con la suficiente claridad y confianza?

El lenguaje que utilizas es muy importante y requiere ser ceñido al amor. El Universo no te comprenderá si le estás pidiendo con enojo, con imposición, con intimidación, sintiéndote desesperado, mortificado u oprimido. En realidad, tu pedido no tiene que ser un pedido. Más bien se trata de una conversación donde expresas tu preferencia, donde dices lo que eliges del amplio abanico de posibilidades que tienes por delante.

Para que tu pedido sea atendido correctamente, revisa los detalles que hemos mencionado aquí y observa si lo estás haciendo de manera amorosa y confiada, así como le pedirías a tu mejor amigo que te acompañe a alguna parte. Cuando te sientes en confianza puedes pedir libremente, sintiéndote soberano de tu propia existencia.

Para que te ayudes en este proceso, recuerda alguna oportunidad en que pediste algo y lo obtuviste rápidamente. Observa la limpieza de tu pedido, la claridad y la confianza que existió en el momento en que lo planteaste.

Todos somos creadores de nuestra realidad y no necesitas ser una persona con poderes especiales para poder elegir y obtener lo que deseas en tu vida. El Universo es generoso, pero nosotros somos los que oponemos resistencia para que se manifiesten aquellas cosas que deseamos