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¿QUÉ FUE DE LOS DESCENDIENTES DE LA NOBLEZA PREHISPÁNICA?

A partir de 1857, en el artículo 12 de la Constitución Nacional, México dejó de reconocer cualquier clase de título nobiliario.

Lo que fue confirmado por la Constitución de 1917, incluso con mayores restricciones, siendo aquél uno de los artículos que nunca ha sido modificado. Es verdad que casi todas las familias pertenecientes a la nobleza nativa permanecieron en el actual territorio mexicano, pero aquellos de origen novohispano, que tenían vínculos aún con España, tuvieron que emigrar para que sus títulos siguieran siendo reconocidos y así continuar con su dinastía que, por cierto, han mantenido vigente hasta nuestros días.

Aquellos que descendieron de Moctezuma se dividieron en dos dinastías, la que prosperó en México y la que regresó a España. Como representantes de los primeros tenemos a los Fernández de Lima y a los Moctezuma Barragán, quienes mantienen, con respeto, vivo el recuerdo de su antepasado aquí en México. En España están los Condes de Miravalle, quienes descienden directamente de la princesa Isabel Tecuichpo, la hija preferida de Moctezuma. Es a estos últimos a quienes el gobierno mexicano les pagó, hasta 1934, una renta anual de 1480 gramos de oro.

El título concedido a Moctezuma fue creado en 1627 por el rey Felipe IV para condecorar a Pedro Tesifón de Moctezuma, bisnieto del tlatoani mexica, línea que se conserva también en España, donde el título se amplió a condado de Moctezuma de Tultengo y luego elevado a ducado de Moctezuma.

Actualmente el poseedor del título es don José Juan Marcilla de Teruel-Moctezuma y Valcárcel, duque de Moctezuma de Tultengo y marqués de Tenebrón.

¿Y qué hay de los que permanecen en México? Los descendientes de Moctezuma en México han permanecido en el territorio nacional manteniendo sus títulos, los cuales no tienen ningún efecto jurídico en nuestro país, aunque sí en España.

Entre las familias descendientes de Moctezuma que destacan en México se encuentran los descendientes de Rincón Gallardo quienes, a través de los últimos 400 años, se han relacionado con otras familias aristocráticas mexicanas, como la de Pedro Romero de Terreros, fundador del Monte de Piedad, o Carlos Rincón Gallardo Romero de Terreros, que es quién le dio forma a la charrería como deporte nacional mexicano.

Por otra parte, el hijo que procrearon Hernán Cortés y Malintzin, llamado Martin Cortés, nacido en Cuernavaca, adquirió el título del Marquesado del Valle de Oaxaca. Sin embargo, tuvo que ser exiliado a España por habérsele considerado responsable de una rebelión civil contra las leyes de Felipe II, por lo que su linaje continuó con una vida en aquel país, lugar donde se vincularon con otras familias de la nobleza peninsular, siendo el actual marqués del Valle de Oaxaca Don Álvaro de Llanza y Figueroa, exitoso gestor de fondos de inversión.

Asimismo, los condes del Valle de Orizaba constituyeron una de las dinastías más importantes de la Nueva España, de la cual podemos admirar su palacio, conocido como la “Casa de los Azulejos”, considerado uno de los más hermosos de la Ciudad de México.

El último Conde del Valle de Orizaba murió en 1828, después de la consumación de la independencia de México, sin dejar descendientes. El rey Alfonso XIII rehabilitó el título en 1919 y se lo otorgó a Francisco de Labayen y Carbajal. Actualmente el título se encuentra en posesión de Francisco de Labayen y de La Torre, quien hoy es un exitoso directivo empresarial.

Como verás, los títulos nobiliarios fueron concedidos por la corona española y es únicamente allá donde tienen validez oficial.

Fuente: Matadornetwork.com