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Nochebuena: La flor que México le regaló a la Navidad

Su nombre en náhuatl es Cuetlaxochitl y es una de las plantas en maceta más comercializadas en el mundo.

Originaria de Mesoamérica también es conocida como Poinsettia, Flor de Pascua, Pastora, Corona del Inca, Pascuero, Flor de Nochebuena, también Pascuero, Estrella federal, Flor de Nadal, entre otros nombres, es como se conoce en el mundo a la Euphorbia pulcherrima, nombre científico del símbolo floral de las festividades decembrinas.

El nombre original de la resplandeciente flor en náhuatl es Cuetlaxochitl, que significa “flor que se marchita” cuyas referencias más antiguas se encuentran en antiguos códices mexicanos, recopiladas por fray Bernardino de Sahagún en su obra Historia de las cosas de la Nueva España.

En ese mismo documento, Sahagún refiere varios usos de la planta, como el medicinal y en las ceremonias sociales. En cuanto al primero hay referencias de que el látex de la flor incrementa la producción de leche materna, mientras que al colocarlo en la piel, es auxiliar para sanar infecciones como erisipela. “Sin embargo, esta aplicación no se ha investigado, por lo que hay que tener cautela ya que podría causar dermatitis tanto en las mucosas como en la piel”.

Hay evidencias de que en la época prehispánica la flor se usaba en los ceremoniales y se otorgaba como trofeo; además, los tlatoanis la cultivaban en sus jardines. La asociación con el rojo se debe a que este color posee una connotación de poder profundamente arraigada en la cultura mesoamericana.

Décadas después aparece la Flor de Nochebuena relacionada a la celebración católica del nacimiento de Jesús. Muy probablemente los franciscanos, asentados en Taxco –hoy municipio de Guerrero–, retomaron el uso ceremonial que introdujeron en la celebración de la Navidad católica en su afán evangelizador. De ahí que Taxco sea considerado punto central de la Nochebuena desde el punto de vista biocultural.

Después, surge un hecho decisivo en la historia de esta planta para adquirir fama en todo el mundo: En 1825 el gobierno de Estados Unidos designó a Joel R. Poinsett como primer Enviado Extraordinario y Ministro ante México en aquellos convulsionados días de organización política que orillaron al presidente Vicente Guerrero pedir a Poinsett su salida en 1828.

En ese invierno, el diplomático y naturalista, admirador de Alejandro Von Humboldt y miembro de la Sociedad Científica Americana, convocó a colegas naturalistas a realizar una colecta de organismos vegetales y animales, siguiendo la ruta del Barón de Humboldt. Datos no comprobados, indican que en esa colecta Poinsett y sus amigos encontraron las Flores de Nochebuena en barrancas de Taxco y las envió a Estados Unidos.

Hasta el momento, no se ha localizado la fuente que asegure lo anterior, “aunque sí documentos donde se asienta que Poinsett envió colecta al Jardín de Bartram, de Filadelfia, la colección botánica más importante de la época. Hay cartas donde los Bartram, la familia de botánicos estadounidenses, comentan que recibieron cuatro cargamentos con esquejes (pequeños tallos en maceta), semillas, y otros ejemplares de otras plantas, aunque revueltas”.

Fueron los Bartram quienes recogieron las plantas y en sus invernaderos empezaron a cultivarlas. A finales de 1829 el Jardín hace una exposición de plantas, flores y frutos y presenta la Poinsettia que no era otra que la Flor de Noche buena, en honor al diplomático naturalista. Así fue como Estados Unidos adoptó esa planta de ceremonia, la cultivó y adaptó a sus festividades.

México cuenta con variedades de Nochebuenas de sol, generadas durante varias generaciones a través del manejo tradicional de los mexicanos, de las cuales se han registrado 12. En el registro de las variedades trabajaron el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y la Universidad Autónoma Chapingo.

Hace aproximadamente cinco años, un grupo de productores de Alemania y Holanda conformaron un consorcio que se ha convertido en el mayor productor de flores de Nochebuena. Es el símbolo floral de las fiestas de Navidad y de Fin de Año. Es una de las plantas de maceta más comercializadas en el mundo, no sólo por cuestiones de religión, sino simplemente por su valor como ornato. Por ejemplo, en China no se le asocia con festejos religiosos; se le aprecia por su forma y color. En España asimismo, además de ser elemento de las fiestas navideñas es insignia como Flor de la Amistad.