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LOS TATUAJES EN ESTAS PARTES DEL CUERPO PODRÍAN DAÑAR TU SALUD

Hay zonas demasiado peligrosas en las que no deberías poner ningún tatuaje; pues corren el riesgo de infectarse gravemente.

Probablemente el consejo más importante que pueda darte cualquier tatuador es que, incluso antes de realizar tu cita, conozcas el trabajo de quien va a pintar tu piel; no obstante, cuando se habla del trabajo de un artista del tatuaje, no solo se trata de enfocar la mirada en sus diseños o la forma en que éste manipula la máquina, sino en las medidas de seguridad e higiene que sigue para trabajar con la piel de sus clientes.

Como ocurre en cualquier otro sector, siempre te encontrarás con personas que jurarán ser los mejores en su área. Sin embargo, hay quienes no dudarán en poner en riesgo su propia reputación con tal de ganar un poco de dinero extra. Ya sea por descuido del propio artista o por la desinformada insistencia de los clientes, hay algunos tatuajes que pueden resultar realmente peligrosos para quienes los portan debido a dolor o el riesgo de infección que estos representan, pero ¿cómo aprender a identificarlos?

Más allá del material esterilizado o la tinta que cada tatuador utiliza para trabajar, las zonas en que cada cliente decide poner su tatuaje son un factor importante para la aparición de infecciones. De esta manera, aún cuando el trabajo se realice bajo todas las normas de seguridad existentes; hay sitios del cuerpo que, al menos por cuestiones de seguridad, nunca deberían someterse a estos procesos debido a lo delicados que suelen ser.

Dedos. 

La mayoría de los tatuadores te advertirán que los dedos no son el mejor lugar para hacerte un tatuaje, pues su perfección tiende a durar sólo un par de días. La piel de las manos y los pies son las que se regeneran más rápido, así que la tinta no alcanzará a pigmentar tu piel de manera uniforme. Además, al tener poca profundidad de piel en esta área, el proceso puede ser extremadamente doloroso cuando la aguja toca el hueso o alguna terminación nerviosa.

Palmas. 

Al igual que los dedos, las palmas son un pésimo lugar para colocar un tatuaje ya que puede considerarse una inversión a corto plazo, pues se borra con mucha facilidad. Además las palmas de las manos están llenas de terminaciones nerviosas, de modo que cada que la aguja entre a tu piel, es muy probable que sientas un dolor insoportable el cual se intensificará durante el proceso de cicatrización.

Interior de lo Labios. 

Dependiendo de la tinta que utilicen para hacerte este tipo de tatuajes, el diseño puede o no permanecer durante mucho tiempo en tu piel. Sin embargo, el problema no es la duración del diseño o el dolor que éste puede ocasionar; sino el peligro de infección que representa. Antes de hacerte un tatuaje en el interior de tus labios considera que es una zona que siempre estará húmeda y en contacto con la comida, lo que representa una infección casi segura y muy difícil de curar.

Encías. 

Por si los tatuajes en el interior de los labios no te parecían lo suficientemente riesgosos, las infecciones que aparecen tras tatuarse las encías pueden llegar a ser tan fuertes que pueden alcanzar el tejido óseo o incluso los dientes. Para ponerte a salvo después de una infección de este tipo es necesaria una intervención quirúrgica que, dependiendo del grado del problema, podría derivar en amputar un fragmento de tu mandíbula.

Genitales. 

La sensibilidad de esta zona, tanto en hombres como en mujeres, no sólo está relacionada con las terminaciones nerviosas; sino que gracias a los fluidos que de manera involuntaria se concentran en el área pélvica, las infecciones pueden ser realmente peligrosas. De hecho, los tatuadores que se atreven a trabajar en el área genital saben que no se puede usar cualquier tinta, sino que lo recomendable es emplear pigmentos con base vegetal para que no haya peligro de intoxicación.

Ojos. 

Basta con recordar el caso de la modelo Catt Gallinger para convencernos de que tatuarse los ojos no siempre es la mejor idea. Esta mujer de 24 años perdió la visión después de que su tatuaje en el ojo se infectara terriblemente, en diversas ocasiones aseguró que prefería que le quitaran el ojo antes de seguir soportando el dolor que le ocasionaba. Para realizar este procedimiento, el artista que lo realice debe ser realmente bueno en ello y saber qué es exactamente lo que está haciendo. Hasta ahora, el único tatuador de ojos totalmente experto del que se tiene noticia es el australiano Luna Cobra.

Lunares. 

Al cubrirte un lunar con tinta corres el riesgo de que éste se convierta en un melanoma sin que lo notes. A partir de ahí, los cambios que éste experimente podrían llevarte a tener cáncer de piel, el cual seguro percibirás ya que se encuentre en un estado avanzado.

Cráneo. 

Si los piquetes de una máquina ya son de por sí dolorosos en cualquier parte del cuerpo, en el cráneo se magnifican mucho más debido a los vasos sanguíneos que se encuentran distribuidos a lo largo del cuero cabelludo. La vibración de las máquinas también es un factor altamente riesgoso, pues en combinación con el dolor, puede hacer que tu presión sanguínea baje hasta provocar desmayos o alucinaciones leves.

Otra manera de identificar a un buen tatuador sin duda es por la forma en que éste te asesorará justo antes de realizarte un tatuaje; pues su trabajo no sólo es inyectar tinta en tu piel, sino ayudarte a elegir el sitio perfecto para cada diseño que quieras llevar sobre ti. Así que toma en cuenta cada consejo y comentario que estos artistas tengan para ti, pues nunca lo hacen por pereza o miedo, sino por ofrecerte el mejor de los trabajos.

Vía: Culturacolectiva.com