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El códice en náhuatl que encontraron en la cabeza de un Cristo en España

Las mordeduras de un ratón descubrieron un códice en náhuatl, al parecer el origen del documento es la Ciudad de México o las proximidades de Texcoco. 

En 2011, un ratón en la ermita del Santo Cristo en Valverde de Leganés, provincia de Badajoz, España, decidió hacer su nido sobre la cabeza del Jesús crucificado del altar principal. El icono está hecho con pasta de caña de maíz y fue importada desde la Nueva España a España en el siglo XVI. 

Para sorpresa de muchos, la perforación hecha por el ratón dejó al descubierto en el interior de la cabeza un códice novohispano escrito en náhuatl. Entonces Pablo Amador Marrero, del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM, explicó: 

“Como había estudiado y clasificado esta figura, la Hermandad responsable de los cultos de la imagen me encargó su restauración, y al comenzar a estudiarla e introducir una cámara para evaluar su estado interno, nos encontramos con que un roedor había retirado algunas partes de papel para construir su madriguera y, al hacerlo, reveló un códice tributario pintado en los albores de la Nueva España”.

De acuerdo con el investigador, el incidente no sólo dejó al descubierto el códice, también permitió saber que las imágenes hechas de caña de maíz no sólo se hacían en Michoacán, sino también en la Ciudad de México. 

Asimismo, se trata de un caso muy especial, ya que sólo se tienen seis casos registrados en el que se hayan encontrado códices dentro de imágenes religiosas. Sin embargo, existen cientos de estas imágenes, las cuales fueron hechas por manos indígenas usando la técnica que utilizaban los pueblos originarios de Michoacán para formar a sus dioses. 

“Así surgen los llamados cristos de caña novohispanos. Como para las procesiones se requieren imágenes de gran formato, pero de poco peso —estas figuras pueden medir hasta tres metros y ser de apenas siete kilos—, los artistas locales recuperaron una modalidad purépecha que empleaba maíz para confeccionar deidades muy livianas, y después la fusionaron con un método italiano conocido como cartapesta. Lo que obtuvieron fue una técnica muy parecida a la del papel maché”, asegura Amador Marrero. 

Estudiar el códice ha sido todo un reto, ya que el ratón royó una de las tres perforaciones utilizadas para colocar las tres potencias (rayos que emanan de la cabeza de Cristo). Sin embargo, el agujero es minúsculo y se ha procurado no dañar la pieza, la cual también tiene un gran valor histórico y artístico. 

Con ayuda de una cámara, los investigadores fotografiaron todos los ángulos del documento y también realizaron análisis tanto químicos como físicos por parte del Laboratorio de Diagnóstico de Obra de Arte del IIE. Se determinó que se trata de un códice tributario de la primera etapa colonial que está escrito en náhuatl y que además fue dibujado sobre papel amate.

Una de las preguntas más importantes respecto al códice es saber cómo llegó hasta ahí. Una de las teorías es que el documento fue reciclado para producir el material del Cristo, a la manera que hoy hacemos el papel maché. Sin embargo, hay quien sugiere que el uso de códices en la hechura de las imágenes religiosas fue una forma de perpetuar su legado prehispánico. Marrero se contrapone a esta idea, pues piensa que es claro que se trata de un reciclaje de documentos de poca importancia.

Como ya se mencionó, el acontecimiento no es un caso aislado. Tan solo un año antes, en 2010, otro Cristo hecho de caña de maíz ya había dado una sorpresa. Según una leyenda, dentro de las imágenes se solían mandar denuncias contra el gobierno novohispano. El hecho de los cristos “recaderos” no está probado, sin embargo, sí se han encontrado códices. 

El hallazgo sucedió en el Crucificado del Capítulo de Santo Domingo de Guzmán, parroquia de Bornos, localidad perteneciente a la provincia de Cádiz, en Andalucía, España. El análisis del Cristo de 2010 se realizó como una colaboración entre el Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) y el Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM.

El origen del Cristo de Bornos es bastante más clara. De acuerdo con los archivos, en 1553 el abad del monasterio Jerónimo de Bornos, informó a sus hermanos la existencia de un Cristo, “traído de Indias”, en venta pública de mercancías en la ciudad de Jerez. La imagen fue adquirida y permaneció en el recinto hasta el siglo XIX, cuando fue llevado a su ubicación actual.

Se trata del tercer Cristo más antiguo de los documentados en todo el territorio novohispano, elaborado apenas unos años después de la caída de la Gran Tenochtitlan. Se trata de una imagen hecha con papel y caña de maíz al estilo de la Ciudad de México. De acuerdo con Marrero, mientras las imágenes purépechas tenían más carga prehispánica, las imágenes mexicas mostraban mayor influencia española.

A diferencia del códice dentro de la cabeza del Cristo de Valverde de Leganés, en la imagen de Cádiz el documento fue hallado en el paño de pureza del crucificado. Sin embargo, también se trata de un códice tributario que muestra los pagos en especie, como cacao o chiles, de una serie de personajes que llevan nombre. Todo apunta que el origen del sencillo documento pictográfico, a una sola tinta, es la ciudad de México o las proximidades de Texcoco. 

Una vez estudiado y analizado, el códice ha vuelto a su posición original en el paño del Cristo; a él pertenece “y eso hay que respetarlo”, sentenció Amador Marrero.

Fuente: Mexicodesconocido.com.mx