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¿Cómo recuperar una planta después de una helada?

Basta una noche demasiado fría para comprometer seriamente la salud de una planta.

No siempre es necesario que el termómetro caiga por debajo de cero para que una planta se hiele. Hay plantas a las que simplemente les afecta estar sometidas a temperaturas inferiores a las que pueden soportar. Por eso, es fundamental conocer a fondo los cuidados de cada una.

Solo así podremos tomar las medidas adecuadas cuando el invierno comience a acercarse. Tampoco es el único escenario posible. Una planta también puede helarse si es demasiado joven. Les compartimos unos tips a considerar si se afectaron sus plantas con el clima frío. Muchas especies se deben cubrir con periódico, cartón y/o plástico cuando se pronostica 0 grados o menos.

Tareas para recuperar una planta después de una helada:

1. Rehidratar y dar calor a la planta. Uno de los principales problemas que conlleva una helada es la deshidratación de la planta. Aunque, a priori, pueda parecernos que lo obvio es regarla, no es tan sencillo. Para empezar es fundamental calentar sus raíces. Una tarea que solo podremos hacer colocando la planta entre 15 y 18 grados. Para ello, hay que evitar que la planta reciba sol directo.

Tras un par de horas a esta temperatura, es momento de comenzar a descongelar las raíces. Para ello, regaremos con agua templada hasta ver que el exceso de riego cae por la parte inferior de la maceta. Solo volveremos a regar una vez el sustrato se haya secado completamente.

2. Humedecer el ambiente. Dado que la congelación conlleva la pérdida de agua de la planta, hay que tratar de humedecer el ambiente. Si la planta que ha sufrido la helada está en una maceta, bastará con ponerla cerca de un humidificador. Si está plantada directamente en el suelo, podemos ayudarla con un pulverizador de agua. Siempre sin exagerar, y siempre también en las horas centrales del día.

3. Podar, una tarea que tenemos que posponer hasta primavera. Si todavía hay riesgo de nuevas heladas, nada de podar. Las partes secas o marchitas pueden ayudar a proteger del frío las partes vivas de la planta. Además, tampoco podemos fiarnos de las apariencias. A menos que se trate de una helada negra, los signos de congelación no implican forzosamente que la planta esté muerta.

Por estos motivos, es fundamental esperar a la primavera. Solo entonces podremos decidir hasta dónde debe llegar la poda. Si la planta rebrota con normalidad, tan solo tendremos que eliminar las hojas muertas. Si vemos que hay tallos comprometidos, también tendremos que podarlos. No tengamos miedo de dejar la planta, incluso, al ras.

Fuente: Verdecora.es