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Al menos 21 torres capaces de espiar teléfonos inteligentes fueron detectadas en la CDMX

Desde 2014 el gobierno federal celebra contratos de telecomunicaciones con proveedores que cuentan con esta tecnología.

De acuerdo con un estudio de antenas de transmisión celular de tres países distintos, en México existen al menos 21 puntos de vulnerabilidad que bien podrían ser casos de interferencia celular, ataques a teléfonos inteligentes, y/o recolección de datos personales sin autorización.

De acuerdo con una publicación del Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER, por sus siglas en inglés), los gobiernos presididos por Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador “contratos con una empresa dedicada al espionaje y sus productos operan en la Ciudad de México sin que exista regulación al respecto”.

Esto, derivado de una investigación realizada por el equipo chileno de de South Lighthouse, quien creó Fake Antenna Detection Project (FADe, por sus siglas en inglés) con la finalidad de saber si en el país se hace uso de la tecnología IMSI-Catcher o Stingrays, que se encarga de vulnerar los equipos móviles con fines particulares.

De acuerdo con Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), L3Harris Technologies, Inc, tiene 21 contratos celebrados con el gobierno federal desde 2014 hasta 2019. Esto quiere decir que desde el segundo año de gobierno de Enrique Peña Nieto, la empresa fabricante de IMSI-Catchers comenzó a operar en la república mexicana y aún a pesar del cambio de régimen se continuaron firmando concesiones que acumularon la suma de 85,552,638.89 pesos.

“Los IMSI-Catchers son simuladores de torres de celulares, altamente intrusivos y violatorios de las libertades y derechos civiles como la privacidad. Son utilizados comúnmente en secrecía y sin una observancia o autorización judicial”, dice un estudio de R3D. Conforme a lo revelado, los últimos tres contratos fueron en los meses de marzo, abril, y julio de 2019, es decir en la gestión de AMLO, por un monto de 23,094,970 millones de pesos.

Las antenas con este sistema simulan ser una estación base para intervenir los teléfonos celulares que se conectan a ellas. Una vez que se vinculan al teléfono pueden extraer información sin que el dueño del equipo se dé cuenta: registro de llamadas, mensajes de texto, servicios de mensajería, contenido de redes sociales, etc. Asimismo, puede infectar al móvil por medio de virus.

La zona con mayor número de antenas con esta tecnología es la del centro de la Ciudad de México cerca de Palacio Nacional, lugar donde se reúnen numerosos periodistas para atender las conferencias matutinas, que encabeza el jefe del ejecutivo, y vespertinas, que encabeza Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud. También detectaron otros puntos en sitios estratégicos de la capital como el Palacio de Bellas Artes, el Palacio Legislativo de San Lázaro, y el Heróico Colegio Militar. No obstante, estas antenas no son endémicas de la CDMX.

Otro registro fue encontrado en la salida a Lerma, en las inmediaciones de la Ciudad de México con el Estado de México, al poniente de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), pero la zona con mayor carga de este registro fue Amecameca, Estado de México, en la autopista México-Puebla, justo donde se ubica la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGE) y el campo militar 37-B de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena).

Sin embargo, otro estudio publicado por R3D indica que las redes 4G y 5G son vulnerables a la tecnología IMSI-Catchers, que también pueden intervenir llamadas y proporcionar la ubicación en tiempo real a terceros sin autorización del usuario y sin orden de una instancia gubernamental.

Fuente: Infobae.com